Los Acer, son por excelencia los árboles otoñales, momento del año donde más lucen su característico follaje, su colorido, texturas y formas.
La mayoría de los Acer, prefieren climas frescos y húmedos, con abundantes precipitaciones en primavera y verano.
El mejor colorido otoñal se da en los suelos de neutros a ácidos.