Cuando hablamos de jazmines, generalmente pensamos en el dulce y fragante perfume que dan las flores de los arbustos de Gardenias o de algunas de las enredaderas de flores blancas del género Jasminum.
La naturaleza, además, nos ofrece jazmines de flores amarillas, siendo solamente el Jasminum humille variedad «Revolutum» el que produce flores perfumadas.
Las tres especies generan unas atractivas manchas de color amarillo, en su época de floración. Son arbustos apoyantes, se pueden utilizar guiándolos como enredaderas sobre una pared o espaldera o en jardineras en altura como especies colgantes.
Jasminum mesnyi:
Conocido vulgarmente como el jazmín de primavera o jazmín amarillo. Nativo del oeste de China. Perenne, con hojas de color verde oscuro. Ramas colgantes y arqueadas. Es un arbusto apoyante o para colgar. No posee órganos para trepar por sí mismo. Produce una prolongada y abundante floración, de flores semidobles y de color amarillo. Desde las últimas semanas del invierno, durante la primavera y disminuyendo hacia el comienzo del verano.
Jasminum nudiflorum:
Conocido popularmente como el jazmín de invierno, por su floración durante la temporada invernal. Nativo del sudeste del Tíbet hasta el centro de China. Especie caduca y proterante (florece sus ramas desnudas).
Jasminum humile «Revolutum«:
Más conocido con el nombre de jazmín italiano. Nativo de Oriente Próximo: Birmania y China. Arbusto perenne y apoyante de color verde brillante; alcanza unos 3 metros, tanto en altura como en extensión. Es el único de los tres jazmines amarillos que produce una floración perfumada, desde principios de la primavera hasta finales del otoño. Es medianamente resistente a las heladas.