Rosmarinus officinalis Prostratus, las propiedades del romero

Rosmarinus officinalis “Prostratus”, el romero tapizante o de porte rastrero 

 

 

Hay romero, que es para el recuerdo; reza, ama, recuerda.

Hamlet

 
Su nombre significa «Rosa del mar» o «Rosa marina» antigüamente se lo conocía con el nombre de hierba de las coronas ya que junto con el laurel y el mirto se entrelazaban para armar las coronas. El Rosmarinus officinalis “Prostratus” es la variedad del romero que tiene un hábito de crecimiento tapizante o rastrero.

A diferencia del Rosmarinus officinalis, el romero común, que crece erguido, este crece desparramado, tendiendo a caer. Crece más a lo ancho que en lo alto. Llegando alcanzar, cultivado en tierra, hasta más de un metro de diámetro y unos 40 o 50 cm de altura. De crecimiento lento. Nativo del Mediterráneo.

Las hojas perennes, aromáticas, aciculares y lineares, de color verde oscuro en el haz y de color plateado en el envés. Son más pequeñas que las del romero común. Las flores, diminutas, de color azul pálido y bilabiadas (el labio superior bífido y el inferior dividido en tres lóbulos, el central ensanchado). Tienen de 10 a 12 mm y crecen en el extremo de las ramas jóvenes.

Propiedades del Romero:

Estimulante, emenagogo (provoca, facilita y alivia la menstruación), depurativo, digestivo, hipertensor, hepático. El romero es un excelente depurativo de la sangre y del cuerpo y un muy buen remedio natural para las enfermedades relacionadas al estómago (trastornos en la digestión, falta de apetito, gases, acidez, etc.). Además posee propiedades anticatarrales, aliviando la tos y las enfermedades derivadas de la garganta y el pecho. Ambos romeros poseen las mismas propiedades. En la antigüedad entre sus múltiples y bondadosas propiedades se le atribuía la de fortalecer la memoria, se lo recomendaba como remedio para el olvido y para vigorizar la mente a los estudiantes. Por último no podemos dejar de mencionar, que desde tiempos remotos hasta la actualidad, ha sido utilizado con fines mágicos, protectores y de limpieza energética. En la Antigua Grecia se quemaba romero como culto a sus deidades.

Principios activos:

El romero es una planta rica en principios activos. Posee flavonoides, ácidos triterpénicos y fenólicos, polifenoles y aceites esenciales.

Aplicaciones en la cosmética natural:

Evita la caída del cabello y estimula su crecimiento. Un baño de inmersión con romero es reconstituyente, tonificador y limpia la piel de impurezas. El aceite esencial, muy aromático, se utiliza en una amplia gama de productos de belleza. Desde hace siglos es muy valorado en la industria de la perfumería y la cosmética, donde sus usos son muy diversos; desde mascarillas, esencias, aguas, tónicos, jabones y champo, entre los principales fines. También es muy empleado en la medicina homeopática. En el siglo XVI, se fabricó el 1º perfume de flores frescas de Romero. Para las piernas cansadas o personas que están muchas horas de pie, mediante masajes ascendentes, con un aceite vegetal (ejemplo de almendras: se absorbe rápido, no mancha e hidrata), mezclado con unas gotitas de aceite esencial de romero, ayuda a mejorar la circulación y relajar las piernas y pies fatigados.

Modos de preparación:

En infusión, decocción, tisana, extractos, aceites esenciales, baños de inmersión y maceración. Se utilizan las hojas y flores del romero, de estas últimas se obtienen aceites y ungüentos. Para infusiones, decocciones y tisanas se utilizan de 20 a 30 gr de hojas por litro de agua. Para tratamiento se recomienda tomar de tres a cuatro infusiones diarias.

  • Infusión: la infusión se utiliza para las hojas y flores delicadas o que contengan aceites esenciales volátiles que con la cocción perderían gran cantidad de sus principios activos. Una vez hervida el agua, se sumergen las hojas o flores, se tapa inmediatamente para evitar que con el vapor se pierdan los principios activos. Se dejar reposar de 10 minutos, luego se cuela, y la infusión se toma caliente o tibia, nunca hirviendo o fría. Preferentemente natural o endulzada con miel. Las infusiones son para consumir en el día o como máximo al día siguiente, conservándose en la nevera-heladera.
  • Decocción: es más adecuada para partes de la planta más resistentes como: semillas, tallos, raíces y cortezas. O bien para hojas que toleren más el calor. Se introduce la planta de la planta utilizada y se hierve, luego se dejar reposar 10 minutos y luego se cuela. Para las hojas y tallos tiernos se hierve de 5 a 10 minutos, para partes duras, se cortan en pequeñas partes y se hierven de 10 a 20 minutos.
Recolección:

Las hojas del romero se pueden recoger durante todo el año, idealmente por la mañana, en días secos y pocos ventosos. Solamente las hojas que estén sanas y preferentemente antes de la floración, ya que al desarrollarse las semillas, las hojas se tornan más duras y menos aromáticas. Las flores se han de recolectar con mucho cuidado, además que son pequeñitas, separándolas de una en una, en cuanto hayan brotado.

Las hojas frescas son más aromáticas que las secas. Casi todas las hierbas aromáticas se pueden secar a excepción de las plantas que contienen principios activos muy volátiles como la albahaca, el ciboulette o cebollino y el perejil. En estos casos es mejor congelarlas, ya que al secarse pierden por completo el aroma y sus propiedades.

En la cocina:

Con pequeñas ramitas se pueden aromatizar tanto aceites como vinagres. Para saborizar todo tipo de carnes (aves, cerdo, cordero, vacuna) y verduras asadas, a la plancha y guisadas. En platos de cuchara y guisos. Para realzar el sabor en salsas y guarniciones.

En el jardín:

Esta variedad de romero es ideal para cultivarla como tapizante, cobertora, o para cubrir grandes extensiones, en jardines de bajo mantenimiento y/o con bajas necesidades hídricas y en tierras calcáreas y de secano. Asimismo en taludes, en zonas de desniveles, en jardines de rocallas y formando setos bajos. Además se puede cultivar en jardineras y macetas colgantes, teniendo en cuenta que sus ramas tienden a caer.

Para mayor info sobre el Romero e dejamos el post Rosmarinus officinalis, necesidades de cultivo.

 

 

Fuente:

Carlos Kozel. Salud y curación por yerbas (1957). Ed: La Misión.

Maria Teresa Della Beffa (2003). El gran libro de las hierbas. Ed: Planeta.

Jean-Marie Polese, Simone Devaux. Plantas Aromáticas y Culinarias. Ed. Tikal.

Santi Jàvega i Burgos «l’herbolari» (2014). La flora medicinal d’Osona i els seus usos etnobotànics.

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